Capítulo 129

Sus palabras enfurecieron a Scarface, cuya expresión cruel se volvió seria y sus ojos se entrecerraron, brillando de manera sombría. “¡Tú eres el quien morirá hoy!”. ¡Bang! Él golpeó la pared con el palo, provocando un salpicón de escombros y concreto. “¿Ves esto?”. Scarface sonrió y ridiculizó: “¡Un golpe y tu cerebro explotará! Puedes rendirte y te haré sufrir menos, o si no…”. “Hablas demasiado”. Andrius lanzó un puñetazo directo a Scarface para poner fin a sus tonterías. “¡Mmm! ¡Estás cortejando a la muerte!”. Scarface se burló de la audacia de Andrius. Él también le lanzó un puñetazo a Andrius. ¡Bang! Los dos puños chocaron. Por el tamaño de sus puños, el puño de Scarface era mucho más grande que el de Andrius, casi tan grande como su cabeza. Scarface sonrió. Una vez, sus puños de hierro golpearon a un coche que iba a toda velocidad y lo hizo volar. Luchar contra su puñetazo con un puño diminuto era suicida. Sin embargo, su sonrisa se congeló rápidamente cuando escuchó