Capítulo 126

Desde que Tiger fue testigo de la fuerza inusual de Andrius, estuvo ansioso por entrenar con él. El entusiasmo en su corazón permaneció inquieto hasta ahora. Le resultaba difícil encontrar un oponente a su altura, y Andrius era la luz que brillaba sobre él en la oscuridad. Él había estado esperando aquí desde entonces. Aunque era un método estúpido, era efectivo porque podría ver a Andrius cuando viniera a la clínica. Finalmente, su espera dio sus frutos. “¡Señor!”. Tiger saltó cuando vio a Andrius. Él dijo cortésmente: “No quiero hacerle daño, sólo quiero entrenar con usted, eso es todo. ¿Puedes concederme mi deseo?”. Tiger se humilló para tener la oportunidad de entrenar con Andrius. Andrius no mostró ninguna cortesía en su reacción. Aunque se mostró reacio, le advirtió a Tiger: “No eres rival para mí”. En cambio, Tiger no estaba enojado en absoluto. Sus ojos parecían serios mientras decía: “Usted no puede estar tan seguro. ¿Por qué no descubrirlo por nosotros mismos?”. Andri