Capítulo 56

—Si no puedes beber, tampoco te obligaremos. —José mostró una linda sonrisa: —Estas cosas se basan en el mutuo acuerdo. Antonio apretó con fuerza el vaso que sostenía sin darse cuenta, y tras echar un vistazo a la mesa y sin considerar las diversas complicaciones, dio una respuesta decisiva: —¡Yo beberé! Las personas a las que Silvia había ofendido con anterioridad ya no estarían dispuestas a ayudarlo tan fácilmente; tal vez tendría que beber incluso más que esto si esperaba su ayuda. Era mejor aprovechar la valiosa oportunidad que Diego le podría ofrecer. Con eso en mente, decidió que si Diego estaba dispuesto a ofrecerle esa oportunidad, no tendría que preocuparse por su sustento el resto de su vida. Con la decisión ya tomada, comenzó alocadamente a beber un vaso tras otro. José observaba cómo los envases vacíos se acumulaban uno tras otro, lanzando de reojo una mirada al hombre a su lado. ¡Que miedo! ¡Dong! Con el último envase vaciándose, Antonio ya estaba muy borracho, con sus pas