Capítulo 72

Mientras tanto, en el hospital. Carmen yacía en la cama, sumida nuevamente en una pesadilla. Como la princesita más querida de la familia García, Carmen siempre obtenía todo lo que deseaba. Ella sabía que la familia García no era de la élite más alta, pero eso no le impedía ser una chica admirada por las personas comunes. Al principio, Carmen se fijó en Verónica solo porque era bonita. Cuando escuchó por casualidad que otra compañera era más bonita que ella, Carmen se sintió disgustada. Una pobretona, pero más bonita que ella, le resultaba repugnante. Sin embargo, para mantener su imagen ante sus compañeros, no lo demostró y, en cambio, declaró que era una coincidencia, aunque insinuaba que no era menos hermosa que Verónica, con cierta frustración. Las familias Herrera y García tenían relaciones comerciales, y Tomás Herrera la había admirado desde siempre. Como su más fiel seguidor, al escuchar el "problema" de Carmen, inmediatamente se ofreció a resolverlo. Tomás comenzó a acosar abie