Capítulo 40

No solo Diego quedó pasmado, sino también Carmen y Ana, que estaban a su lado. Esa sensación de derrota inesperada, pero al mismo tiempo esperada. Al reconocer a María en ese instante, la poca esperanza que tenían se desvaneció por completo. ¡María resultó ser la hija mayor de la familia Fernández! Después del primer momento de asombro, lo que siguió fue una intensa envidia. Carmen se sintió particularmente enfurecida. Siempre había sabido que María era hermosa. Cada vez que su familia asistía a eventos, para no dejar que María la eclipsara, Carmen solía elegirle vestidos de colores difíciles de llevar. Como ella los "elegía con buena intención", aunque María no quisiera usarlos, Ana la obligaba a ponérselos. O se los ponía, o no llevaba nada. Resultaba que María tenía una piel blanca y resplandeciente, capaz de lucir incluso colores tan difíciles como el púrpura oscuro, que normalmente resultaba demasiado maduro. Después de muchos esfuerzos, Carmen apenas había logrado que María tuvie