Capítulo 31

Ojalá lleguen más pedidos como este; así, pronto podré reunir el dinero para la manutención de la familia García. Al pensar en que pronto podría cortar completamente los lazos con la familia García, María caminaba con un paso mucho más ligero. Bruno ya había notado la evidente chispa en los ojos de ella al mirar el ingreso en su cuenta bancaria, sonriendo con disimulo, sin desenmascarar a la pequeña avara. Al verla ahora, era obvio que ya había olvidado el mal rato en casa de la familia Fernández. Pensando en ello, sus ojos almendrados se oscurecieron un poco y, de repente, habló, —María, lo siento. María inclinó la cabeza hacia Bruno, y lo escuchó decir, —Aunque ya había visto tu habilidad para desenmascarar a Clara, no creía completamente que pudieras resolver el asunto de la familia González. Por eso, cuando papá no te dejó intervenir en el asunto de la familia González, no dije nada. En esto, tu hermano te pide disculpas. Mientras hablaba, miraba a María con una sonrisa amable en s