Capítulo 25

Al escuchar que la otra parte aún tenía intenciones de atacar a Sara, el corazón de la pareja González se apretó instintivamente. La Señora Teresa abrazó a Sara con fuerza, intentando protegerla. Ramón, que en ese momento no tenía dudas sobre las habilidades de María, se mostró con un semblante grave. —Ya he mandado a investigar las grabaciones de vigilancia durante el tiempo en que Sara estuvo desaparecida, pero no hemos encontrado nada. Puedo seguir enviando gente a investigar, pero me preocupa que no encontremos nada a tiempo y para entonces... Para entonces, el culpable podría haber encontrado a otro mago y haber robado más años de vida de Sara. No podía soportar ver a Sara en un estado de coma otra vez. Desesperado, pidió:—María, ¿hay alguna otra manera de encontrar al culpable? No te preocupes, te recompensaré como desees si logras salvar a mi hija. María reflexionó por un momento.—No es imposible. Dicho esto, de repente sacó un caramelo de su bolsillo. María se acercó y se lo