Capítulo 30 ¿Qué opinas de mí?

Ella pensaba cada vez más que debía ser así; parecía que su casero tampoco era buena persona. Si querían llevarse bien en el futuro, ¡ella no podía ofenderlo! No sabía si Alberto había vuelto atraído por el olor, pero justo cuando Daniela terminaba de cocinar, él llegó a casa. Su actitud seguía siendo despreocupada, y aunque apenas era primavera, prefería llevar camisetas sin mangas, mostrando músculos firmes pero no exagerados. Tras haber cenado juntos la noche anterior, hoy él tomó conscientemente los utensilios para comer con Daniela, quien, mordiendo su tenedor, preguntó casualmente: —¿Tienes novia? Alberto desestimó la idea con un gesto: —¿Para qué quiero una novia? Son un problema. Daniela no esperaba esa respuesta, y por un momento se quedó sin palabras. Estaba preocupada porque un hombre y una mujer viviendo juntos podrían terminar en un incidente, especialmente porque apenas lo conocía desde hacía unos días y había muchas cosas que no sabía de él. Especialmente despu