Capítulo 89

En ese instante, ¡Isabel casi no pudo contener las emociones que la invadían! Al escuchar los insultos de repente al otro lado del teléfono, cualquier remanente de culpa que Víctor pudiera haber sentido se disipó completamente. —¿No es que todas las noches duermes con alguien diferente? ¿Qué más da una vez más conmigo? Las palabras que resonaban en la mente de Isabel eran las que Julia le había dicho esa tarde. —Tienes el coraje para hacerlo, pero no el coraje para admitirlo, ¡me das asco! Víctor no entendió el significado de las palabras de Isabel y frunció el ceño ligeramente. —¿Qué quieres decir? Isabel, con la mano temblando mientras sostenía el teléfono, respondió, —¿Pretender ser tonto y jugar conmigo te parece divertido? ¡Víctor, aléjate de mí lo más que puedas! Antes de que Víctor pudiera responder, un tono de ocupado sonó en el teléfono; Isabel había colgado. Cuando intentó llamar de nuevo, estaba claro que su número había sido bloqueado también. ... Víctor, irritado, lanzó su