Capítulo 24

El dependiente sonrió y comentó : —Este vestido es, en efecto, muy adecuado para esta dama. Leticia empujó suavemente a Isabel y dijo: —Ve y pruébatelo, si te queda bien, lo compramos. Isabel no se resistió, asintió y siguió al dependiente hacia el probador. Mientras Leticia esperaba a Isabel, se aburría y, justo entonces, risas y conversaciones llenaron la entrada. Inconscientemente, miró hacia la puerta y luego rodó los ojos, pensando en lo irónico que era el destino al encontrarse con ciertas personas en ese lugar. Julia disfrutaba de la atención de varios, rodeada por un grupo de jóvenes estrellas que no cesaban de alabarla —No es de extrañar que la Julia impresione tanto al Señor Víctor que incluso le haya dado una tarjeta negra. —Nuestra Julia es tan hermosa y generosa, no es de extrañar que el Señor Víctor la prefiera y la invite a tan importante banquete. Tras entrar, Julia cubrió su boca y sonrió : —Están exagerando, es solo un banquete común. Víctor necesitaba