Capítulo 402

Emily había estado de buen humor últimamente. Disponía de recursos porque era una buena chica, diligente y ahorrativa, y administraba bien su casa. De vez en cuando, como mucha gente, compraba un billete de lotería o de algún otro juego de azar, solo para probar suerte. Un día la fortuna le sonrió, porque ganó suficiente dinero para comprar una pequeña bicicleta plegable. Se dijo que era una señal divina para que, al fin, se ahorrara el pasaje del autobús. Además, pensó que se vería encantadora pedaleando, aparte de que podría ir a donde quisiera y detenerse donde le resultara más cómodo. Aquello era una gran ventaja, así que alegremente se subía a su bicicleta cada mañana para ir directo al trabajo. No se imaginaba que, apenas unos días después de empezar su nueva rutina, se encontraría con un lujoso automóvil estacionado al costado de la carretera. Sin darse cuenta, chocó contra un Audi A8, destrozándole las luces. Tras la colisión, se detuvo al lado de la vía, con la mente hecha un