Capítulo 64

—Baja. —Carlos hizo un gesto con la mano. El gerente inmediatamente hizo una reverencia y se retiró. No respiró aliviado hasta que llegó afuera y pudo inhalar profundamente. Por fin, se sentía vivo de nuevo. Dentro de la suite presidencial, la puerta de la habitación se abrió desde adentro y Ana salió vestida con un traje de tweed rosa claro. El color resaltaba su piel, haciéndola ver aún más blanca, añadiendo un toque de ternura a su fría belleza. No preguntes, porque sí, fue Carlos quien eligió la ropa para ella. —¿A dónde? Te llevo. —Carlos se volvió, y en sus ojos el frío desapareció al instante, reemplazado por una suave calidez. Ana experimentó una vez más lo que era cambiar de expresión rápidamente y no rechazó la oferta. —A Casa Ruiz. —Ella dio la dirección. Carlos se sorprendió un poco, ¿la niña ahora estaba siendo un poco exigente? Sin esperar a que él preguntara, Ana dijo con indiferencia: —No tengo ganas de pedir un coche. Carlos: —... Carlos llevó a Ana hasta la puer