Capítulo 156

¿Acaso he encontrado a un médico genial? —Sí, mi hermana me curó la enfermedad —afirmó José con seguridad, mirando orgullosamente a Ana. —Hoy ha venido a curarte. Desde aquel día en la enfermería escolar, cuando Ana le administró una inyección, no solo desaparecieron los moretones de su cara, sino que también se curó de la rinitis. Por eso confiaba tanto en las habilidades médicas de Ana. —¿Hermana? —señora Carmen parecía ver a Ana por primera vez, diciendo con sarcasmo: —Vaya, qué día tan especial es hoy. Desde que fue hospitalizada, era la primera vez que Ana la visitaba, causándole muchos reproches. Por eso, había estado ignorando a Ana a propósito desde hace un rato. Se mostraba altiva, intentando darle una lección a Ana. Sin embargo, Ana no prestaba atención a su actitud. Arrastró la única silla de la habitación, se sentó, cruzó las piernas y comenzó a jugar con su móvil. Era como si dijera: cuando terminen de hablar, vengan a buscarme. Ella era una persona que cumplía sus pr