Capítulo 131

—La Fénix, ¿eres tú, verdad? Por favor, salva a mi hijo. Los médicos han dicho que no hay esperanza, que dejemos de tratarlo, pero es mi hijo. ¡Te suplico que lo salves! —La mujer se arrodilló ante Alicia con un golpe sordo. —Señorita Alicia, lamento mucho esto, estaba abajo y vi a esta madre con su hijo; me parecieron tan desafortunados que no pude evitar decirle que estabas aquí —explicó la señora Mónica. En el pasillo, las miradas de los transeúntes se dirigían hacia ellos. La familia Vargas colaboraba con este hospital y Alicia gozaba de buena reputación aquí; sería difícil rechazarla. —Llévame a verlo —dijo mientras ayudaba a levantarse a la mujer. —Gracias, muchas gracias —dijo la mujer con lágrimas en los ojos mientras le mostraba el camino. Alicia siguió a la mujer hasta la habitación del niño, donde el médico principal aún estaba presente. Al ver que la mujer había traído a Alicia, su expresión se tornó seria. —Señorita Alicia, el paciente tiene las plaquetas muy bajas y no es