Capítulo 111

Leticia reflexionó un momento sobre la idea de que Ana sedujera a alguien... sería más rápido simplemente eliminar a esa persona. —No, no, no —dijo, sacudiendo la cabeza repetidamente. Luego, con una expresión envidiosa, añadió: —Si tu tío supiera que, por él, te has enfrentado a los poderosos, arriesgándote personalmente al séptimo piso de la Subasta de Esmeraldas para disputar el Alma de Crista con el Señor Esmeralda, y habiendo gastado unos ciento cuarenta millones de dólares, seguramente estaría tan conmovido que desearía casarse contigo. —¿Los hombres son así? —Ana recordó de repente lo que Carlos había mencionado en el hotel, algo bastante lascivo. Era típico en su forma de hablar. —¡Si te quisiera, definitivamente hablaría así! —afirmó Leticia. Ana: —...... —Entonces, simplemente acéptalo cuando te lo proponga —sugirió Leticia con una sonrisa pícara, acercándose a Ana para intentar ver si su rostro bajo la máscara se había sonrojado. —No me digas ahora que lo tuyo con él es sol