Capítulo 186

No sabía cuándo Anthony se había ido y, como no había muchas ventanas en la sala de estudio, sintió que su olor aún estaba en el aire. Cada vez que intimaban, ella sentía como si hubiera sobrevivido al infierno. Se preguntaba si esto quería decir que Anthony dejaría a Pináculo en paz y se desesperaba al mismo tiempo porque se había prometido a sí misma no volver a estar físicamente involucrada con Anthony. Justo cuando estaba absorta en sus pensamientos, oyó que llamaban a la puerta. Pensando que era Anthony, agarró apresuradamente las almohadas del suelo y se cubrió, antes de encogerse tras ellas. Cuando Bianca entró, vio la espalda pálida de Anne con marcas por toda la piel. Su expresión se oscureció al ver las almohadas y la ropa en el suelo y se giró para mirar a Anne con resentimiento. Anne no esperaba que Bianca entrara. Palideció y sus manos sobre la almohada comenzaron a temblar de vergüenza. Sin decir ni una sola palabra, Bianca se dio la vuelta y se marchó, ce