Capítulo 150

Patricia apretño su celular: —Álvaro, no te pases. Álvaro no dijo nada más, solo soltó una risa fría. En ese momento, los doctores entraron en masa para hacer la ronda, y Álvaro se quedó sentado al lado, observando mientras revisaban a Patricia y también mientras le cambiaban los vendajes. No se movió. Le levantaron la ropa, exponiendo su figura delgada, y no parecía considerarse un extraño. Los enfermeros pensaron que son pareja y no le pidieron que salga. Solo cuando Patricia le pidió cortésmente que saliera, Álvaro finalmente dejó de actuar como si fuera el jefe y se fue. Pablo llamó y preguntó por qué Álvaro no estaba en el hotel. Álvaro respondió: —Estoy en el hospital cuidándola. —¿Tan devoto, eh? ¿Patricia está conmovida? —Para nada —dijo Álvaro fríamente, con un gesto perezoso, apoyado contra la pared y suspirando profundamente, todavía sintiéndose incómodo. —Por cierto, no has vuelto al hotel toda la noche, ¿te has bañado? —¿Qué crees, que tengo tres años? ¿Necesito que me ens