Capítulo 78

"Toc, toc, toc", Se escucharon unos golpes en la puerta del dormitorio. Leticia se estremeció, despertando de inmediato, y empujó al hombre que estaba frente a ella. Desde la puerta, Lourdes preguntó con una voz suave, —Leti, ¿ya estás dormida? En ese momento, Leticia se sintió enormemente agradecida por la oportuna llegada de Lourdes. Si no hubiera llegado, no sabía cómo habría terminado la noche. Sin embargo, Pedro, por primera vez en su vida, se sintió molesto por la presencia de Lourdes. —No, no estoy dormida, ya voy. —respondió Leticia rápidamente. Evitando mirar a Pedro a los ojos, con la cabeza gacha, se deslizó por un lado de la cama. Descalza, se dirigió al sofá donde se había sentado antes, se puso las sandalias y fue a abrir la puerta. —Cuñada, ¿qué necesitas? —Leticia, agradecida por la interrupción de Lourdes, la llamó cuñada con un profundo sentimiento de gratitud. Lourdes, recordando que al día siguiente debía acudir a la casa de los García para disculparse, quiso hablar