Capítulo 23

—Voy a investigar de inmediato. —respondió Marco. La noche se hizo profunda y, esa noche, nadie en la familia Fernández cenó. Leticia tenía el estómago rugiendo de hambre. Sabía que si bajaba ahora a buscar algo de comer, probablemente se toparía con problemas, así que decidió aguantar hasta la mañana siguiente. Preparó el sofá para dormir, utilizando una manta como cobija y un cojín como almohada. Toda su ropa seguía guardada en la maleta, y cuando necesitaba algo, simplemente la abría, sacaba lo que necesitaba y volvía a colocarla en un rincón. Nunca había usado el vestidor. Después de cambiarse al pijama, dejó la ropa que usaría al día siguiente sobre la mesa de centro y se dispuso a acostarse para dormir. De repente, la puerta se abrió. Se sentó de inmediato en el sofá, mirando con cautela hacia la entrada. —¡Pedro! ¿Por qué has vuelto esta noche? El recién llegado no era otro que el otro dueño de la habitación, Pedro. Desde que se habían casado, él nunca había pasado la noche en l