Capítulo 65 La determinación de una mujer

Las palabras de Simón dejaron sin argumento alguno a Yolanda. Así que cambió mejor de tema. —¿Y qué hay de Luis? Él no te hizo nada, ¿verdad? Heriste a muchos de sus estudiantes, humillaste de la peor manera a su hijo. Y al final, hasta lo golpeaste a él. Lo ofendiste por completo. —Yolanda, ¿estás sorda o ciega? Lo que pasó en ese momento, tú lo viste con tus propios ojos, ¿o no es así? ¡Lo viste claramente! Yo al principio quería hablar con Luis de manera pacífica, pero él no quiso dialogar. Insistió una y otra vez en resolver las cosas a golpes, así que naturalmente tuve que pelear con él. Al final, no estuvo a mi nivel y terminó perdiendo. ¿Eso acaso fue culpa mía? —¿Y todavía tienes el descaro de decir que querías hablar con Luis? ¿Así es como hablas con alguien? ¡Le diste tres días para que mudara la Academia del Luchador Supremo! Y eso no fue lo peor: ¡hasta le exigiste una indemnización de cien millones de dólares para el Grupo Pionero! —Hace tres años, el Grupo Pionero ya le h