Capítulo 34

En ese momento, Raquel se dio cuenta de que él la estaba mirando y giró la cabeza para mirarlo. Alberto no tuvo tiempo de apartar la vista y se encontró directamente con sus ojos. Raquel lo miró fijamente: —¿Qué miras? ¿Nunca has visto una belleza? Alberto respondió: —... Si tuvieras tiempo, podrías leer un libro y mejorar un poco. Aunque te arregles y te veas bonita, solo serías un adorno bonito sin contenido. —Un adorno bonito sin contenido —Raquel se quedó sin palabras. ¡Ya verás, algún día te sorprenderé con esos ojos que no saben ver más allá! Raquel no le contestó, levantó las sábanas y se metió en la cama. En ese momento, sonó el celular de Alberto con un ding. Él miró hacia abajo y vio que era un mensaje del señor Eduardo de la Universidad de Harvard, quien había creado un grupo y lo había agregado. Además de él, había otra persona en el grupo, alguien con un avatar negro: "W", su compañera de clase. La misma compañera de clase que días antes había rechazado su solicitud de ami