Capítulo 91

Después de colgar el teléfono, Carmen frunció el ceño, sumida en el silencio. —¿En qué piensas? De repente, la voz de Alberto la sacó de su ensimismamiento. Carmen reaccionó y dijo: —Estoy pensando si debería ir a Monteluz a visitar a Pablo. La verdad es que Pablo había sido muy bueno con ella. Cuando se casaron, le dio un sobre rojo con 150,000 dólares, y durante tres años, le envió muchos regalos. Ahora que Pablo estaba enfermo y hospitalizado, sería adecuado ir a verlo. Pero, ahora que estaban por divorciarse, ¿sería apropiado visitar a su exsuegro? Alberto, al notar su dilema, habló suavemente: —Si estás preocupada, es porque en el fondo quieres ir. Los adultos no necesitamos pensar demasiado al tomar decisiones, lo que quieras hacer, solo hazlo. Carmen lo miró, como si de repente hubiera entendido, y le agradeció: —Tienes razón. —Pero, como has estado viajando mucho, tu cuerpo va a estar más cansado. ¿Qué te parece si, cuando llegues a Monteluz, te quedas en mi casa por un tiem