Capítulo 83

—Realmente no lo entiendo. ¿Una simple par de zapatos y haces un escándalo como si el cielo se estuviera cayendo? ¿Es necesario ser tan insistente? Carmen se sintió completamente incomprendida. A estas alturas, Javier seguía insistiendo en que todo era solo un problema de unos zapatos. El pecho de Carmen se sentía oprimido, y varias veces intentó refutar a Javier, enfatizando la humillación que esos zapatos le habían causado a ella y a Patricia, pero cada vez que iba a hablar, las palabras se ahogaban en su garganta. No había manera de comunicarse con alguien que no le prestaba atención, que ni siquiera la intentaba comprender. —Javier, te doy una hora. Si después de una hora Patricia no ha recibido los zapatos y las disculpas, llamaré a la policía para solicitar una ejecución forzosa. Colgó el teléfono, y un dolor punzante comenzó a surgir en su frente. Había pasado la noche en vela, y con el cansancio acumulado, los comentarios de Javier y Laura solo hicieron que se sin