Capítulo 52

—Director, ¿y si yo reemplazo a Amaranta como bailarina? —Yaritza, tras un momento de reflexión, le propuso al director. —¿Qué? ¿Tú? Yaritza asintió con determinación: —Director, he estudiado danza, debería poder reemplazarla sin problemas. El director estaba escéptico respecto a las palabras de Yaritza, después de todo, una chica que baila bien, es bonita y tiene conexiones normalmente iría directamente al mundo del espectáculo. ¿Quién se convertiría en una extra? Pero el equipo de producción estaba muy apurado y él ya no podía preocuparse por más detalles. En este frío invierno, mantener el escenario del olivar costaba decenas de miles de dólares al día, un gasto que el equipo no podía permitirse. Le dio una palmada en el hombro a Yaritza: —¡Hecho! Si logras bailar bien esta escena, te pagaré 1,500 dólares. Los ojos de Yaritza se iluminaron, ella había esperado ganar 300 dólares, así que este era un sorprendente golpe de suerte. El director decidió usar a Yaritza y de inmediato mandó