Capítulo 166

Hernán, con una alegría casi infantil, exclamó: —¡Yari, conseguí la libertad bajo fianza! ¡Podemos sacar a tu amiga de la prisión! Obtener la libertad bajo fianza no fue fácil con Javier poniendo obstáculos. Solo gracias al poderoso respaldo de la familia Salcedo detrás de Hernán fue posible, de otro modo, hubiera sido un fracaso seguro. Yaritza miró fijamente el documento con el sello rojo que Hernán sostenía en sus manos, y las lágrimas comenzaron a caer silenciosamente. Sabía lo difícil que había sido para Hernán conseguir esa libertad bajo fianza ante la oposición de Javier, pero aunque la obtuvo, ya era demasiado tarde. Daniela y el niño que esperaba ya habían fallecido. Al ver que Yaritza no decía una palabra, solo lloraba copiosamente, Hernán se puso visiblemente nervioso. Con suavidad, agarró su brazo, consolándola como si fuera una niña: —¡Yari, qué te pasa? ¡Por favor, no llores! Me duele verte así. —Hernán, Daniela, ella... No pudo terminar la frase, Yaritza estaba tan angus