Capítulo 157

Estaban cubiertos por una manta y él, parado en la puerta, no podía ver lo que sucedía bajo ella, pero no necesitaba imaginarlo para saberlo. ¡Compartiendo la misma cama! ¡Y en la cama de Diego y Yaritza! ¿Qué más habrían hecho antes de quedarse dormidos? Los ojos de Diego se llenaron de ira en un instante, y sus puños crujían de tensión. ¿Yaritza pretendiendo ser inocente delante de él? Es ridículo pensar que esa noche sintió pena por ella, y que después de que se fue, la buscó desesperadamente como un loco. ¡Diego se convirtió en el chiste más absurdo del mundo! Diego quería irrumpir y confrontar a esa mujer infiel, pero no quería ver sus cuerpos entrelazados bajo la manta. Solo pudo, con rigidez y lleno de furia y resentimiento, dar media vuelta y salir paso a paso del Rincón Romántico. El viento frío sopló, llevándose un pequeño copo de nieve delante de Diego, y con él, la última chispa de ternura en su corazón se extinguió completamente. Hernán y Yaritza dormían profundamente y no