Capítulo 116

—Aunque me casé con Amara, ella solo será mi amante secreta de por vida. —¡Diego, cállate! —Exclamó Hernán, lanzando un puño sin contemplaciones, que Diego esquivó ágilmente: —¡Yari ya se divorció de ti! ¡No tienen ninguna relación ahora! —¿Sin relación? —la voz de Diego era fría y penetrante. Yaritza se repetía a sí misma, una y otra vez en su mente, que no debía prestarle atención a Diego, pero él siempre encontraba la manera de herirla profundamente. Danilo y Hernán, uno era su buen amigo en quien había confiado y el otro, un amigo que consideraba familia. Realmente no quería que supieran sobre su oscuro y sucio pasado, pero Diego no parecía dispuesto a respetar sus deseos. Como era de esperarse, tras las palabras de Diego, Hernán no pudo evitar exclamar sorprendido: —¡Diego, qué estás diciendo?! La mirada de Diego se clavó en Yaritza como una daga. —¡Yaritza! —¡Diego, te dije que te callaras! —gritó Hernán, loco de ira, y lanzó un puñetazo a la cara de Diego, que esta vez no esquiv