Capítulo 88

Cipriano terminó de tramitar el ingreso hospitalario y regresó a la habitación para informar a Oscar sobre la visita de Lourdes al hospital. —La señorita Lourdes acaba de estar aquí, aún se siente culpable por lo sucedido a la señorita Belén. Oscar estaba sentado en la cama del hospital, acompañado de una enfermera que le administraba una inyección lentamente. Afectado por el incidente con Belén y la intensa presión laboral, no había descansado bien estos días, y era inusual que estuviera hospitalizado. Su cabello desordenado caía sobre su frente, ocultando sus ojos profundos y oscuros, cuya mirada, usualmente afilada y fría, se había suavizado notablemente. Cuando Oscar tenía doce años, fue tras el asesino de aquel entonces y dejó a Belén sola en casa, regresando unos días más tarde de lo planeado. Fue entonces cuando descubrió que ella se había perdido. Belén siempre había tenido un pésimo sentido de la orientación; salía de casa y olvidaba cómo regresar. Cuando Oscar la en