Capítulo 86

El cielo estaba despejado y el sol brillaba con resplandor. En una aldea de pescadores situada en un muelle remoto, dentro de una fábrica abandonada, una joven delgada cargaba un gran saco de yute sobre sus hombros. Lo colocó en el suelo y vació su contenido: botellas vacías de agua mineral y algunos cartones desechados. —Aún tengo algo de dinero ahorrado; con esto, podría sobrevivir fuera durante tres meses sin pasar hambre. El suelo estaba cubierto de cartón y paja, que era donde ella dormía. Se acercó a la cama y recogió la mitad de un pastel que no había terminado de comer esa mañana, disfrutándolo plenamente. Al irse, Belén tomó el Libro de Familia, esperando reunir suficiente dinero para empezar una nueva vida en otro lugar. Después de saciar su hambre y beber el último sorbo de agua de una botella que había encontrado, se limpió los restos de comida de los labios con el dorso de la mano. Belén comenzó a prepararse para trabajar. Había recogido bastante cartón esos días y había e