Capítulo 29

Antes de que ella pudiera preguntar, Vicente anunció: —Es para ti. —Gracias,— respondió la chica con una sonrisa, mostrando sus encantadores hoyuelos. El pitillo se sumergió en el dulce batido de leche que Belén disfrutaba. Vicente inquirió: —¿No temes que nos descubran? Belén, sentada de lado en la bicicleta y balanceando sus piernas ocasionalmente, con una expresión de disfrute en su rostro, contestó: —¿Por qué habría de temer si ni siquiera somos pareja? Además, te pedí que fueras mi novio y tú declinaste. Vicente:—.... Al regresar a la escuela, Vicente ingresó por la puerta principal montado en su bicicleta, captando la atención de muchos profesores y estudiantes. No obstante, él era un estudiante con admisión directa en la Universidad Solarena, el prodigio académico a ojos de los docentes, por lo que hacían una excepción para él y solían ignorar el hecho de que llevaba a una chica en su bicicleta. Sin embargo, la noticia de que Belén llegó a la escuela en bicicleta con Vicente se