Capítulo 186

Las piernas de Belén descansan sobre Lorena: —Niña, ¿por qué tienes tantas cicatrices en las piernas? Esta parece una quemadura, se ve muy triste. Belén, con la mirada baja y el cabello cubriendo su rostro, permanece en silencio. Después de aplicar el medicamento, se acuesta a descansar. El tobillo lesionado de Belén está muy hinchado, y Lorena usa una crema para esguinces para masajearlo, llenando la habitación con ese olor característico. —La electricidad no volverá hasta mañana, ¿puedes quedarte conmigo? —Las lágrimas de Belén se han agotado, y sus ojos, hinchados y rojos, miran a la persona a su lado. —Esto... —Lorena duda: —Señorita Belén, eso no está permitido. Belén dice: —Tengo miedo. Lorena solo puede quedarse a su lado, esperando hasta que Belén se duerma... A las dos de la madrugada. Belén duerme profundamente cuando el sonido del trueno la despierta nuevamente. Descubre que la sirvienta que estaba a su lado ya no está, pero afortunadamente todavía tiene una linterna a su la