Capítulo 41

—Ya llegaron, siéntense. Levanté la barbilla, indicándoles que se sentaran frente a mí. El encargado de producción no sabía lo que pasaba.—¿Presidente Miguel, por qué nos ha llamado a esta hora de la noche? También estaba Laura. ¿Cómo había terminado en este estado? Tanto él como el director tenían dudas en el corazón, pero no se atrevieron a preguntar. Solté una risa fría. Clara retrocedió asustada, presionando su espalda contra la silla. —Hasta hoy, el equipo me tenía bastante satisfecho en todos los aspectos. —Solo que... no sabía que la disciplina dentro del equipo fuera tan laxa, que cualquiera pudiera entrar. El director y el encargado de producción intercambiaron una mirada y estaban a punto de preguntar algo. Clara se dejó caer de rodillas con un fuerte "¡plaf!". —Presidente Miguel, me equivoqué, no debí llevar a Laura a ese lugar. Ahora había ofendido a ambos lados. Si perdía la protección del equipo, en cuanto Hugo se acordara de ella, estaría acabada. Laura apretó los labios