Capítulo 101

Lena no tenía escapatoria. Vio cómo la daga del hombre amenazaba con cortarle la garganta. Justo entonces, un rayo invisible de luz fría salió disparado de donde estaba Cameron. Golpeó con precisión la axila del hombre. La expresión del hombre cambió bruscamente. Su brazo se puso rígido como si se hubiera convertido en piedra, congelándose en el aire. Pensando que el hombre no se había recuperado del todo de su golpe anterior, Lena aprovechó la oportunidad y le propinó una brutal patada en el abdomen. La bilis brotó de la boca del hombre, que cayó al suelo retorciéndose de dolor. Lena le propinó otra patada, dejándolo inconsciente. Esta vez aprendió de sus errores anteriores y no bajó la guardia. Rápidamente le ató las manos a la espalda con un par de esposas. Solo entonces respiró aliviada. Estuvo cerca. Por suerte, su agilidad y rapidez de reflejos la salvaron. Cameron retiró la segunda aguja de plata que llevaba oculta entre las yemas de los dedos cuando vio que Lena hab