Capítulo 92

Aurora realmente deseaba desvanecerse en sí misma... Había llegado a ese momento con él, en el que el sexo ya no representaba placer alguno para ella, solo humillación y repulsión. Juan quería ver su expresión y observaba cómo su cabello caía sobre la almohada, sus ojos no mostraban alegría, solo malestar. Juan respiraba agitadamente, nunca había conseguido complacer a una mujer de esa manera. Ni siquiera a "ella"... Pero ahora ya era demasiado tarde para cambiar. Aurora encontraba repulsivo incluso su toque. Juan tiró de la manta para cubrirla. Sus ropas estaban desordenadas; se giró y se sentó al pie de la cama. —Aurora, lo siento. No estaba enojado con ella. Estaba furioso por su propia falta de firmeza. Y por sí mismo, al saber que ella no había hecho nada malo, pero insistiendo en molestarla, haciéndola sentir incómoda. Aurora permanecía inmóvil, sin responder, mirando fijamente las cortinas. Juan se volvió hacia ella, viéndola con los hombros descubiertos, vulnerablemente acurruc