Capítulo 53

Gastón se ha marchado, su espalda denotando derrota. Los ojos de Aurora se tiñen de un rojo inexplicable al recordar la noche anterior, cuando Gastón intentó enseñarle una lección a Teresa con la ayuda de otros. Escuchó sus súplicas y decidió regresar, pero no sin antes detenerse frente a ella para decirle: —Rora, siempre estaré aquí para apoyarte, así que no tengas miedo. Pensaba que al no volver a verlo, la situación se resolvería por sí sola. Pero no contaba con su ingenuidad. ¡Gastón realmente la ama! Cuando Gastón ya no está a la vista, Juan se reclina perezosamente en su asiento, haciendo señas a la enfermera para que continúe aplicando el medicamento. —¿Te parece divertido? Juan observa a Aurora con una mirada oblicua mientras ella se para frente a él, su expresión más apagada, diferente a como miraba a Gastón. —Estoy intentando ayudarte. —¿Ayudarme...? ¡Qué broma! —Gastón se ha enamorado de verdad, y tú también, ¿no es así? ¡Estoy intentando evitar que cometas un error mientras