Capítulo 58
David soltó una risa burlona.
Sus ojos, profundos y enigmáticos, se clavaron en Salvador: —¿Estás tan seguro de que no encontraré a la secretaria Viviana sin su ayuda?
Salvador se sentó de nuevo, su voz teñida de frustración: —Cuando alguien decide acusar a otro, siempre encuentra una razón. Presidente David, si quieres destituirme, solo dilo sin tantos rodeos, no necesitas inventar acusaciones.
—¡Lo único que te estoy preguntando es el paradero de la secretaria Viviana!
El sonido de un golpe en la mesa retumbó de repente.
La actitud de David cambió por completo; un momento antes estaba calmado y al siguiente, afilado como la hoja de un cuchillo.
Salvador se estremeció.
Pero a toda prisa recuperó la compostura, adoptando una posición como si fuera a prueba de fuego y respondió sin dudar: —¡No sé dónde está la secretaria Viviana! Si insinúas que tiene algo que ver conmigo, entonces, presidente David, ¡Muéstranos alguna prueba!
Sus palabras fueron firmes y duras.
David contuvo su ira com

Locked chapters
Download the Webfic App to unlock even more exciting content
Turn on the phone camera to scan directly, or copy the link and open it in your mobile browser
Click to copy link