Capítulo 48 Todo es tu culpa

Brendan sintió de repente un dolor en el corazón. No podía entender por qué Deirdre se lastimaría a sí misma. Él entonces se acercó a Deirdre, la tomó de la muñeca y le ordenó: “¡Ven conmigo a conseguir algo de comer!”. Percibir aquel aroma familiar solo hizo que Deirdre sintiera asco. “¡No me toques!”. Mordiéndose el labio, Deirdre se esforzó por tratar de liberar su mano del agarre del hombre. Sin embargo, no haber comido nada la había dejado débil. Sin mucho esfuerzo, Brendan tiró de ella para meterla en sus brazos, la tomó de la barbilla y la forzó a levantar la mirada. “¿Qué carajos crees que estás haciendo? ¿Crees que puedes hacer lo que se te dé la gana solo porque te las arreglaste para amenazarme el otro día?”. Deirdre sintió un agudo dolor en su barbilla. Con los ojos enrojecidos, ella levantó la cabeza y dijo: “¡Prometiste no molestar a Sterry! ¡Lo prometiste! Entonces, ¿por qué su vida es tan miserable ahora?”. Brendan se sobresaltó por un momento antes de bramar: “¿As