Capítulo 84

Leticia no quería prestarle atención, pero él tocó la ventana del coche. Estaba afuera, y no quería llamar la atención, así que bajó la ventana: —¿Hay algo? Héctor miró su rostro indiferente, y su corazón se sintió golpeado como si lo hubieran provocado. Mordió su labio y dijo: —¿No fuiste al hospital? Conociendo la personalidad de Leticia, sabía que para ella este tipo de heridas no eran gran cosa. Recordaba una vez en que se cortó el dedo mientras picaba verduras y sangró mucho; se puso una tirita y la herida tardó bastante en sanar. Leticia respondió: —Sí, fui. La principal razón era no querer seguir con la conversación. Héctor no le creyó: —Lo sé, no fuiste. Esto es medicamento, es para tomar, para prevenir el tétanos y reducir la inflamación. Tu herida podría ser un poco profunda. También es para aplicar en la zona. No dejes que el agua toque la herida... —¿Te interesa esto? —Leticia recién se dio cuenta de que, al parecer, él también se preocupaba por los demás. Antes, si ella te