Capítulo 66

—No, no te he mentido ni he dicho mentiras, ya me había decepcionado de ti, desde que supe que me engañaste, desde que creíste más en María que en mí. —Dejó descansar un momento su voz, pero no pudo evitar que se ahogara con la emoción. Cuando supe que Héctor me había sido infiel, sentí un dolor desgarrador, una confusión total, la sensación de que las cosas y las personas cambiaban sin previo aviso, una impotencia insoportable, noches de lágrimas incontrolables y una angustia difícil de describir. Era como si hubiera atravesado un abismo oscuro, un lugar mortal. Con valentía, salí de ese abismo y me di una nueva oportunidad. ¿Cómo podría volver a caer en lo mismo? —Héctor, vamos a separarnos en paz. —No mostró ninguna emoción extrema, lo dijo con mucha calma. Si hubiera estado alterada, resentida, llena de odio, tal vez aún habría alguna oportunidad de reconciliación. Ella estaba tan tranquila, claramente su corazón ya estaba completamente decepcionado. Ya no tenía ninguna esperanza