Capítulo 15

Diego lleno de amor en sus ojos. Leticia estuvo a punto de escupir el agua que tenía en la boca. Se tapó la boca rápidamente. —Diego, ¿te golpearon en la cabeza? —No podía creer lo que estaba escuchando, que él le dijera que le gustaba. Siempre habían sido buenos amigos. De repente él decía algo así, y ahora no sabía cómo mirarlo a los ojos. —Lo sé, aunque pienses que en mi matrimonio con Héctor he sufrido mucho, no era necesario que me lo dijieras de esa forma, de verdad. —Ella malinterpretó intencionadamente lo que Diego le había dicho, porque no quería que su relación de amistad se viera afectada por cuestiones sentimentales. Solo podía seguir siendo amiga de Diego. Acababa de divorciarse de Héctor y no estaba en condiciones de entrar rápidamente en una nueva relación. Además, ya no pensaba casarse nunca más. Los hombres no eran de fiar. El amor no existía, y el matrimonio era aún menos confiable. —Tengo que irme, tengo algo que hacer. —Leticia no le dio tiempo a Diego para que dije