Capítulo 90

Sonreí y dije: —Es una pena, ellos realmente hacían buena pareja. Cuando Clara estaba difundiendo rumores sobre mí, les expliqué a ellos las causas y las consecuencias. Carolina y Andrea intercambiaron miradas. Andrea quería hacer otra pregunta, pero Carolina le tapó la boca y la arrastró diciendo: —Ya está, hemos terminado con los chismes. Vamos a pensar en qué vamos a cenar esta noche. —Por cierto—, añadió Carolina, presionando a Andrea para que se sentara en la silla antes de volver hacia mí y preguntar: —¿Te vas a casa mañana? ¿A qué hora es tu vuelo? —A las tres de la tarde. ... Ciudad de las Nubes. Al salir del aeropuerto, me golpeó una ola de calor. Acostumbrada al invierno de Ciudad Solarena, me tomó un momento adaptarme y me quité el abrigo de plumas. —Señorita. Justo cuando me estaba quitando el abrigo, el chofer de la familia llegó. Asentí con la cabeza y le entregué mi equipaje antes de agacharme para entrar al coche. En el chat grupal, Carolina y Andrea me preguntaron si y