Capítulo 282

El auto aceleró de repente, y Lucía tuvo que reprimir su intención de preguntar sobre las fotos de la investigación. Ella agarró la manija superior derecha, y mientras su corazón latía furiosamente por la velocidad del vehículo, escuchó al hombre decir sombríamente. —Eres realmente "leal". —...... —La velocidad del auto hizo que Lucía se sintiera mal, cerró los ojos y se encogió en el asiento. No sabía cuánto tiempo había pasado cuando Curinán se detuvo. Ella lentamente abrió los ojos, sus pestañas rizadas temblaban mientras miraba hacia la ventana. La entrada de Residencial Los Olivos. Abrió la puerta del auto y saltó, agachándose al borde de la carretera y vomitando. No estaba fría pero el vómito era doloroso, cada encuentro con Wálter traía problemas. Cuando su cabeza dejó de dar vueltas, caminó hacia el interior del complejo sin mirar atrás. La ventana del copiloto estaba abierta, Wálter esperaba un "gracias" que nunca llegó, en cambio, vio su figura enojada alejándose. ¿Dónde esta