Capítulo 243

Lucía decidió contestar en ese momento su teléfono solo por temor a que, si no lo hacía, Wálter vendría a buscarla delante de todos. Durante la competencia, las relaciones de los competidores con los patrocinadores o los jueces eran vistas con alta sensibilidad por los demás. Cualquier paso en falso podría ser etiquetado como una manipulación encubierta del concurso. El hombre dejó caer unas palabras sin sentido alguno y colgó el teléfono; el sonido del colgado seguía aún resonando. Ella volvió en sí, miró la pantalla que se había apagado y simplemente guardó el celular en su bolsillo, siguió ansiosa esperando el auto con la cabeza agachada. Quizás por la escasez de autos y la multitud, la seguridad del hotel ayudó a organizar un coche compartido en la misma dirección. Así, la espera fue menos. Había dos diseñadores hombres que iban en la misma dirección que Lucía y compartieron el coche con ella. Su casa era la más lejana de todas, primero dejaron a esos dos hombres y finalmente llega