Capítulo 69

"Lobita, ¿qué crees que vas a hacer?", se burló el hombre. Luego se acercó con una sonrisa y sentí que mi sangre hervía, mis manos comenzaron a ponerse ligeramente rojas y un calor emanaba de ellas; entonces las levanté y una llamarada de fuego salió disparada, envolviendo a mi secuestrador. El hombre comenzó a gritar de dolor y tropezó en el porche, ahora era yo quien se acercaba hacia él, que estaba agitando sus brazos tratando de apagar el fuego, pero terminó cayendo. Una ira inconmensurable me consumía, y un nuevo sentimiento pareció apoderarse de mi cuerpo, lo miré con tanto odio que el destello ardiente de las llamas se volvió más caliente y adquirió un tono color azul claro. Los gritos de ese hombre eran como música para mis oídos, pero pronto dejó de moverse, luego me giré hacia la casa, quería que todo ardiera; observé la casa de madera con rostro sombrío, y pronto el techo estaba en llamas. El fuego pareció extenderse rápidamente y todo el lugar quedó envuelto en llamas; miré